"Deseos I"
Aquí vivo ardiendo en deseos, deseos de tu aliento descabellado, ese aliento infinito que se desliza por mi cuerpo ya casi tuyo, deseos de esos besos que me arrebatan el corazón y me dejan aquí pensándote, soñándote a ti, mi todo, en la nada, en el vacío de un sueño que amenaza con terminar, busco mis melancolías y las saco a pasear mientras observo tu retrato, un retrato que tengo tatuado en mi cabeza sin poderlo borrar, Y es que no me imagino sin tu recuerdo, pero antes no me imaginaba sin ti, y aquí estoy, sin ti, sin mi, sin nada, ardiendo en deseos lejanos, deseos que no tiene ni el genio de la lámpara en su inventario, deseos remotos, deseos imposibles.
Aquí vivo ardiendo en deseos, deseos de tu aliento descabellado, ese aliento infinito que se desliza por mi cuerpo ya casi tuyo, deseos de esos besos que me arrebatan el corazón y me dejan aquí pensándote, soñándote a ti, mi todo, en la nada, en el vacío de un sueño que amenaza con terminar, busco mis melancolías y las saco a pasear mientras observo tu retrato, un retrato que tengo tatuado en mi cabeza sin poderlo borrar, Y es que no me imagino sin tu recuerdo, pero antes no me imaginaba sin ti, y aquí estoy, sin ti, sin mi, sin nada, ardiendo en deseos lejanos, deseos que no tiene ni el genio de la lámpara en su inventario, deseos remotos, deseos imposibles.
"Deseos II"
Deseos de entrar en tu mirada y quedarme allí por un rato, sin perderme un solo instante de esa sensación, sentir que tus ojos me invitan a besarte y compartir contigo un poco de mis sueños, esos sueños que son de dos. Hacer las locuras mas ocurrentes y luego recostarnos a reírnos, con esa sonrisa enamorada de la vida, esa sonrisa que sale del alma y destierra la hipocresía. Esa sonrisa que solo tienen los enamorados, los que llevan alas en el corazón. Deseos de sentir tus manos suaves impregnadas en ternura, de acariciarlas hasta que el sudor se desprenda de tus dedos, y rozar tu piel hasta erizarla toda. Luego besar suavemente cada rincón de tu cuerpo hasta borrar tu timidez y perder la cabeza...
Fidel García Abstengo